Dejando a un lado la Catedral de San Pablo y siguiendo por Cannon Street, llegamos a El Monumento, una colosal columna conmemorativa del incendio que asoló Londres en 1666 y que devastó gran parte de la ciudad. El arquitecto que la diseño para celebrar el fin de la catástrofe fue Wren, el mismo que hizo los planos de la catedral de San Pablo. El Monumento se puede visitar y es recomendable hacer el esfuerzo de subir sus 311 escalones (no hay ascensor) para ver, desde la plataforma superior una inolvidable vista del Puente de la Torre, el Támesis, la catedral de san Pablo y la City, en general.
